La Caleta, la omnipresente Catedral que nos perseguía a muerte. Fueron risas y besos que ya no saben igual, el faro que continuamente nos despertaba y el abrazo que siempre da calor. Su locura en aumento y un cierto grado de nostalgia por lo que en un momento, lejano ya, creí posible. Persa de una forma u otra siempre estará en mi vida.
Seguiré cuando pueda organizar un poco mis sentimientos, alborotados en este momento.
Seguiré cuando pueda organizar un poco mis sentimientos, alborotados en este momento.
8 comentarios:
El amor en el momento de sentir la nostalgia...
Un gusto visitarte
Saludos fraternos con cariño
Un abrazo
Que tengas una semana estupenda
vuelve.
O igual te sorprendes y descubres, un buen día, q salió del todo de tu vida y de tí.
Nunca se sabe.
Besicos, preciosa.
Gracias Adolfo. El miedo de pensar en la posibilidad de haber perdido la capacidad de amar.
Un beso.
S. ¿tu crees que sería bueno volver? creo que ya no se hacerlo.
Sara, eso ya había ocurrido, pero los fantasmas siempre vuelven a arañarte el alma.
Besitos.
Tú que has soñado en La Caleta, tú que has amado en Cai, tú por supuesto sabes como destruir las oscuras sombras. Seguirás cuando tu ser esté preparado para seguir. Lo bello siempre está en el SUR. Gracias por tu visita.
Selu, tiro otra vez ´p'al sur.
Besos.
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