
La caricia tibia y suave de tus manos
deja atrás cualquier otra caricia sobre mi piel.
Me enciende, me hace estallar en sensaciones
intensas, arrolladoras, salvajes.
Sabes como nadie transportarme
hacia una dimensión desconocida.
¿Dónde estabas?
Tu voz, tus labios, tu cálida boca me enloquecen.
Me emborracha ese olor único de tu piel.
Cuando tus ojos me traspasan cargados de deseo
y nuestros cuerpos se funden en uno
hacen saltar chispas,
provocan tal incendio
que ni el agua de mil mares consigue apagar.
Ven...ven a mi otra vez. Y otra...y siempre.
11 comentarios:
"que ni el agua de mil mares consigue apagar"
Algunas veces solo se apaga con un beso, otras se necesita toda una noche...
Saludos!
WoW esas manos cómplices de tu cuerpo.. amor..
Saludos fraternos
Un abrazo
Que tengas un buen inicio de semana
Eeeemmmm .... excitante, embriagador, incendiario ...
Precioso por autentico, intimo y descriptivo.
Un abrazo enorme
Que gratificantes las dependencias correspondidas...Muy sensual este poema, una maravilla.
Besos.
La sonrisa de Hiperión...y otras, noches y noches, dias y dias.
Adolfo, son tan especiales...
laMar, es así como lo siento, espero haber sabido transmitir.
Carmen, "chispas correspondidas"
A todos, gracias por vuestro cariño. Felicidad y un cálido abrazo.
Aplaudo tu brevedad, por lo demás ai neh me. Suerte.
me gusta es muy sensual
Sugerentemente evocador...
Ven como la mar que cesa jamás.
Aullidos afecivos
Basurero, gracias por ese aplauso inmerecido. ¿Ai neh me?
S. Real como la misma vida.Me paso a verte.Besos.
Lobo Gris, como las olas que se alejan pero siempre vuelven.
Un cariñoso aullido;)
Eres buena joia.
Jajaja. Gracias Antonio...pero tengo una "mala follá" que no veas;)
Un beso grande.
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